El poder curativo de la manzana
Hoy te quiero compartir acerca de los beneficios que obtenemos al consumir variedad de alimentos, en particular los que nos provee la manzana. Anthony William, en su libro Life-changing Foods (2016) describe sus propiedades y su poder curativo y antiinflamatorio cuando la consumimos por las mañanas; incluso, el autor resalta este alimento como uno que puede ayudarnos a enfrentar casi cualquier enfermedad. ¿Pero a qué se debe esto? Te cuento un poco acerca de sus cualidades.
Las manzanas contienen flavonoides, rutina y quercetina, que son los fotoquímicos responsables de la desintoxicación de metales pesados y radiación; así como aminoácidos, sustancia que ayuda a nuestro cerebro a desintoxicarse del glutamato monosódico.
Los fotoquímicos que contiene una manzana la convierten en un verdadero alimento para el cerebro, pues alimenta las neuronas e incrementa la actividad eléctrica. En particular, las manzanas con cáscara roja contienen antocianinas y trazas de malvidinas, que son parcialmente responsables de su color; estos pigmentos poseen compuestos que incrementan la fuerza digestiva así como propiedades antiobesidad que ayudan a la pérdida de peso.
Así, esta fruta ayuda a limpiar y purificar nuestros órganos, a mejorar la circulación del sistema linfático, reparar la piel dañada y regular los niveles de azúcar en sangre. Además, son un gran limpiador del colon pues conforme la pectina de las manzanas se mueve por el intestino, va recogiendo y liberando a tu cuerpo de bacterias, virus, levaduras y moho. También recolecta y elimina proteínas y residuos putrefactos que se esconden en las paredes intestinales y alimentan bacterias como E Coli; lo que la convierte en un excelente antiproliferativo para la curación del SIBO y otros desórdenes digestivos.
Las manzanas también nos hidratan a nivel celular profundo, mediante el manganeso, los electrolitos y las sales minerales que ayudan a nuestro cuerpo a rehidratarse después de hacer ejercicio o ante cualquier tipo de estrés.
Algunos de los padecimientos y condiciones que presentan mejoría tras su consumo constante son: enfermedades de hígado y riñón, Alzheimer, trastornos convulsivos, esclerosis múltiple, problemas de tiroides, hipoglucemia, diabetes, infecciones del tracto urinario, fatiga adrenal, migrañas, exposición al moho, desorden obsesivo-compulsivo, osteomielitis, déficit de atención, hiperactividad, estrés postraumático, enfermedad de Lyme, obesidad, ansiedad, tinitus, infecciones virales y vértigo.
William (2016) también recomienda su consumo cuando se presenta zumbido en el oído, neuropatía diabética, mareos, problemas de equilibrio y balance, palpitaciones, reflujo, desbalances de azúcar, deficiencia de minerales, indicios premenstruales, fatiga, inflamación, aumento de peso, confusión, dolor de espalda, inflamación del cerebro y síntomas de la menopausia.
Para mantenernos sanos y en plenitud, te recomiendo:
- Consumir manzanas rojas, de preferencia orgánicas para que puedas comer la cáscara.
- Procura que sean tres manzanas al día; notarás grandes cambios, en diferentes aspectos de tu vida, cuando esto sea un hábito.
- Puedes consumirla como un snack y combinarla con una pasta de dátil preparada con un poco de agua y canela.
Recuerda que consumir frutas y verduras ayuda a que tu cuerpo tenga más energía y una mejor digestión, incluso favorece el control de peso y la eliminación de síntomas poco agradables.
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